La historia de la bodega, es una historia de pasión por el vino y de deseo por volver a los orígenes de Jose Manuel Fuentes, empresario de origen Palentino, que tras una vida afincado en Madrid, decide compaginar su gran pasión, con aquello que había vivido durante su infancia en Cisneros, pueblo de la comarca de Tierra de Campos, dedicado al cereal, las ovejas y el viñedo.

En 1998 se planta la primera parcela de viñedo de tan solo 0,6 hectáreas, ya que a pesar de que la historia del pueblo y los estudios de clima y suelo eran muy prometedores, convenía actuar con precaución debido a la inusual altitud y al hecho de que desde los años 60 en el que se arrancó el antiguo viñedo de la finca, esta solo se dedicaba al cereal y a la ganadería ovina, no habiendo datos sobre su potencial vitivinícola. Afortunadamente esta parcela cumplió todas las expectativas iniciales y desde entonces, se ha ido completando hasta las 42 hectáreas actuales.

Un aspecto fundamental para elegir la Finca Río Negro, fue sin duda la extraordinaria relación de Cogolludo y el vino a lo largo de su historia, motor de la economía de esta villa desde la edad media, hasta los años sesenta donde el éxodo de la población rural a las ciudades provocó el abandono de los pueblos y con ello de sus campos y viñedos.

Infinidad de escritos así lo atestiguan, como herencias, compraventas y donaciones de los Duques de Medinaceli a diferentes familiares o sirvientes. Especial relevancia tiene el libro del primer Viaje que Felipe el Hermoso realizo para conocer España y en el que se hace referencia a la belleza del Palacio de Cogolludo “El más rico alojamiento de España…” elogiando además, la calidad de los vinos que allí disfrutaron.

Esta vasta tradición vitivinícola de Cogolludo, es un pilar fundamental de nuestra bodega y tiene como último exponente la recuperación de una variedad de uva recientemente descubierta por el IRIAF, precisamente en un antiguo viñedo de Cogolludo y que se ha comprobado genéticamente que no se corresponde con ninguna otra variedad conocida en el mundo.

En la edad media existían ordenanzas municipales que prohibían la entrada a Cogolludo de vinos de otras zonas, ”Ninguna persona sea osada de meter de fuera en esta Villa en cueros, ni de otra manera alguna, so pena de perder el vino…y más que le rompan los cueros y los pongan en picota”.

Racimos de uvas ocupan un lugar prioritario en la fachada del primer Palacio Renacentista de España “El Palacio de los Duques de Medinaceli”, situado en Cogolludo y que fue construido hacia el año 1492.

Otro dato que evidencia la importancia del vino en la comarca, es el catastro de Ensenada, ordenado por Felipe VI en 1749, en el que se determina que 1/3 de todo el término de Cogolludo estaba dedicado a la viña.